sábado, 25 de mayo de 2013

COBERTURA



COBERTURA JARABE DE PALO



Jarabe de Palo se presentó ayer en Buenos Aires en el marco de la gira Conciertos a piano y voz, donde las canciones de amor más conocidas de la banda se interpretan, digamos, a flor de piel: sólo un piano (a cargo del Maestro Jaime Burgos), una ocasional guitarra acústica y las tumbadoras para la percusión.  A todo esto, Mutantes en la Noche estuvo ahí cubriendo el show. Acá va la crónica de un recital al que no le faltó nada, incluidas anécdotas de amor.








Creo que las cosas que hice bien son canciones. Canciones que hablan de lo que siento y nunca me atrevo a decir: canciones que nunca dicen lo que nunca digo, lo que anhelo, lo que siempre deseé y nunca transmití… de forma natural”.

Así reza una parte del programa de mano que repartían ayer en el Teatro SHA, donde Pau Donés,  vocalista y líder de la banda española Jarabe de Palo, dio un show mágico: una puesta en escena que recreaba el living de una casa, un pianista que tocó sumido en las canciones de amor y una voz que interpretó con esa pasión propia de quien compone y vive en cada canción una historia amorosa. También estuvo presente, de forma virtual y en una pantalla al lado del piano, Carlos Tarque, vocalista y compositor de la banda española M-Clan, recitando poemas de su autoría que complementaban el clima de intimidad y camaradería que se vivió durante todo el show.




El concierto arrancó con Pau a un costado de escenario, de pie, con los ojos cerrados, una tenue luz y una interpretación de “Realidad o sueño” que lo mostraba profundamente inmerso en la canción.  Tras este primer tema, explicó que el proyecto Conciertos a piano y voz lo hicieron con la incertidumbre de no saber qué iba a salir de desarmar y volver  a construir las canciones. Y, aunque Pau ya tenía la experiencia del disco “Orquesta reciclando”, esta vez sería en vivo y con menor instrumentación que en aquel LP.

Por lo visto, no salió nada mal: el público no dejó de aplaudir en todo el show, y durante las canciones no voló una mosca. Es que la audiencia entendió la atmósfera de intimidad que proponía el show, en una especie de “simbiosis” entre el artista y su público que gustó a todos.
El concierto repasó las canciones de amor más famosas de Jarabe de Palo: “Completo incompleto”, “Frío”, “Duerme conmigo”, “Adiós”, “Déjame vivir”, “Te miro y tiemblo” y “Grita”, entre otras.




Entre los momentos más bellos del show fue la idea de Pau de invitar al subir al escenario a alguien del público para que pueda ver lo que se siente tocar ante tanta gente. ¿La afortunada? Una niña de aproximadamente 6 años que, vergonzosa, tuvo que ser acompañada por su madre y su tía. Las tres se quedaron sentadas en el sillón que adornaba el “living” casi la mitad del show.

El concierto también tuvo partes bien entretenidas desde el punto de vista del humor. Pau Donés mostró su lado de showman contando algunas anécdotas de su vida amorosa,  de la relación con su hija, con su padre (quien quería que fuera banquero antes que músico), en una suerte de monólogo stand up que le sacó una carcajada a más de uno. Confesó, por ejemplo, que el tema “La flaca” lo compuso para alguien de quien se enamoró profundamente en Cuba cuando fueron a grabar el videoclip de ese tema y que, antes de partir de la isla, le escribió una carta que ella leyó llorando mientras él abordaba el avión. Toda una escena digna de una película hollywoodense de amor.



Y con “La flaca” Pau amagó a irse del escenario dejando a todos los presentes con ganas de más. Como es característico de los argento, el público comenzó a aplaudir al ritmo de “una más y no jodemos más”. Otros pedían por la canción “Agua”, hermoso tema con una letra un tanto sufrida de amor imposible. Y no hubo que insistir mucho: a los poco minutos apareció nuevamente en el escenario Pau con una sonrisa de oreja a oreja, listo para interpretar las dos últimas baladas: “Completo incompleto” y, por supuesto, “Agua”.

Al finalizar el último tema, agradeció al público presente por haber asistido al concierto y, entre aplausos y un público de pie, tiró rosas rojas a la audiencia. Las chicas, locas.

Así, Pau Donés, a pesar de la primera reticencia de su padre a su vocación,  pudo hacer honores a la letra de la canción con la que arrancó el show:

Qué hay de malo en perseguir los sueños.
Qué hay de malo en soñar despierto. 





Por Analía Valotta / Ph: Domi Serfaty

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